Las proyecciones sobre los efectos del nuevo coronavirus en América Latina consideran que la contracción económica será profunda y tendrá consecuencias de largo plazo en la desigualdad social.
“Nuestra región soporta el peor impacto económico y en salud de todo el mundo debido al COVID-19”, expresó el vicepresidente del Banco Mundial para la región, Carlos Felipe Jaramillo, durante la presentación del informe más reciente de los efectos económicos de la pandemia.
El Banco Mundial espera que América Latina tenga una caída de 7,9% del Producto Interno Bruto (PIB) en promedio. La recuperación económica se espera que inicie durante el próximo año 2021 con un leve crecimiento de 4%.
Las empresas que quieran ser parte de este rebote económico necesitan reevaluar ahora su condición financiera y transformar sus negocios.
En Credit Report les compartimos estos tres puntos básicos para que las compañías importadoras y exportadoras latinoamericanas puedan encarar las dificultades financieras y aprovechar las oportunidades que surgen en medio de esta coyuntura.
Uno de los errores más comunes que cometen las empresas en los momentos de recesión económica, como ocurrió durante la crisis de 2009, es postergar las decisiones claves sobre la operatividad.
Cuando se enfrentan dificultades económicas, lo mejor es evaluar a profundidad el problema y entender los caminos viables. Sin embargo, los equipos gerenciales y administrativos no pueden detenerse solo en el diagnóstico sino que tienen que avanzar en las reformas y los recortes que hagan falta para mejorar las condiciones de la empresa.
Cuando se impusieron las largas semanas de confinamiento social en buena parte de América Latina, los sectores alimenticio y farmacéutico se vieron obligados a replantear su operación para garantizar la seguridad de su personal y también para responder a los plazos de producción y entrega acordados con antelación.
Estas medidas de adaptación fueron tomadas en principio al calor de la emergencia promovida por el COVID-19. Ahora, cuando ya pasaron siete meses de la pandemia y todo indica que la solución definitiva con la llegada de una vacuna todavía está lejos, lo mejor es replantearse los esquemas de operación de una forma que se asegure una eficiencia de los recursos y se pueda mejorar la productividad de la empresa.
Moody’s proyecta que las tasas de impago corporativo lleguen a moverse entre 6,8% y 10,2% en América Latina para finales de año. Esto supone que muchas compañías en el sector del comercio internacional enfrentarán problemas de liquidez y de insolvencia con sus acreedores.
Precisar la dimensión del problema financiero cuanto antes es solo una parte de la tarea. Aquellas organizaciones que actúen con rapidez y contundencia tendrán una ventaja competitiva para sobreponerse a los obstáculos únicos que plantea la crisis económica asociada al nuevo coronavirus.
Si la empresa comercial prevé que puede entrar en impago en el corto o en el mediano plazo, entonces lo mejor es empezar las negociaciones con los acreedores lo antes posible. Los acuerdos privados y en buenos términos pueden ayudar a preservar la sociedad y obtener unas mejores condiciones de pago.
Nosotros en Credit Report somos expertos en los servicios de cobranza amigable dentro de los mercados locales y el internacional. Estamos a la disposición de las empresas comerciales que quieran encaminar una negociación privada para conseguir los mejores términos de pago.
Nuestros servicios no solo incluyen el contacto directo con la empresa deudora sino también un informe pormenorizado con recomendaciones específicas por caso.
Esta gestión de cobranzas entre empresas funciona bajo el modelo “no collect, no fee”. Esto asegura nuestro compromiso en la recuperación del efectivo, una tarea puede significar una diferencia financiera importante en medio de la recesión promovida por la pandemia del COVID-19.